Esta Semana Santa ha sido una semana de reflexión, descanso, ejercicio y buena alimentación. Muchos batidos verdes a base de pepino, espinaca, berros limón y yerbabuena.
Para hoy me pidieron unas pizzas para la cena, así que traté de hacerlas lo más sanas posible.
Me encantan las pizzas delgadas y tostadas. Me encanta que al levantar el pedazo de pizza se mantenga firme y que al morderla esté crocante, ufff que rico.
En fin, seguí el consejo que dio @pancasero en instagram y funciona super bien. Aquí lo comparto.
INGREDIENTES PARA LA MASA
3 tazas de harina integral
2 cditas de polvo de hornear
1 cdita de sal
4 cditas de levadura instantanea
1 1/4 de agua tibia
1/ 4 taza de aceite de oliva
2 cdas de miel
Mezclar la harina, el polvo de hornear y la sal en un bol. En otro, combinar el agua tibia, el aceite, la miel y la levadura, no remover. Dejar reposar por 10 minutos hasta que salga espuma.
En la batidora, colocar la mezcla de la harina y añadir los liquidos. Mezclar por 2 minutos hasta que los ingredientes se integren, cambiar el gancho por el de amasar y dejar trabajar por 8 minutos.
Pasar la masa a un bol engrasado, tapar con un pañito y dejar reposar de 30 minutos a una hora.
Mientras, puedes aprovechar para preparar los ingredientes de la pizza. Rallar la mozzarella, caramelizar cebollas, picar los hongos etc.
Una vez lista la masa, pre-hornee la masa para que quede crujiente. La extendí bien en papel
encerado.
Y la coloque en el piso del horno por 10 minutos a 250 grados centígrados.
Ahora es el momento de colocarle los ingredientes de tu preferencia. En este caso además de la salsa y la mozzarella, los ingredientes fueron cebollas caramelizadas, hongos, queso de cabra y albahaca.
LLevar al horno estas hermosuras por 15 minutos y disfrutarlas con buena compañía!!!
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